Friday, August 05, 2005
Domingo Sin Sol
Me viene a la memoria una lectura del libro de Castellano de 3o. Básico que llevaba ese título y que relataba del desazón de un niño de 7 años, que había esperado durante toda la semana por el Domingo, día en que se encontraba con sus amigos en la Plaza del pueblo y jugaban (despues de la misa de las 9 por cierto) al trompo, las bolitas y al "caballito de bronce". Sin embargo aquel Domingo en cuestión no salió el sol, era un día gris de Agosto, húmedo, frío, que sólo invitaba a irse a la casa a gozar de la empanada del Domingo y a escuchar de las mentiras de aquel tío, que no fallaba a esa hora a la casa de sus padres, en la búsqueda de la empanada y el vasito de vino tinto. No era malo, pero no era lo mismo que el otro Domingo, con sol radiante, con los amigos juntándose cerca del gran pino central de la plaza, con sus mejores trajes, que feliz se sentía uno con sus pantalones largos (aunque fueran los famosos "guardapeos"), esperando la llegada de la banda municipal y en el intertanto haciendo zumbar los trompos jugando a las picadas o a la peligrosa rueda en que no era raro que el trompo sufriera una feroz "carnada" y se rompiera por la mitad. Era triste, pero era a la vez el aliciente para preparar mejor la púa de algún nuevo trompo que estrenaríamos el próximo Domingo con Sol. Pasan 45 o 50 años y el Domingo llueve, es la misma desazón,... no juega el 525, no hay pichanga, y qué de ese espacio de 10 a 12 que compartimos Domingo a Domingo, con achaques, con dolores de huesos, corriendo cada vez menos, expuestos a recibir un "cornete" de cualquier "hot head", pero igual, ....es pasión, es vida,.... es Baby Fútbol, y es "mi" Club. |